Siempre que se tiene una reunión para tratar un tema determinado (ya sea de negocios, técnica o simplemente para relatar el partido del domingo pasado) podemos caer en discusiones sin sentido que no revisten análisis y sobre todo, no tienen que ver con el tema.
Este tipo de problemas pasa generalmente por el hecho que nos ponemos a defender «opiniones» fundamentadas con «observaciones».